la primaria a todos nos enseñaron a sumar, a restar, a multiplicar y a dividir. Pero no a todos se nos da la capacidad de poder hacer cuentas de una manera sencilla y simple. Es el caso de algunos funcionarios del gobierno de la Cuarta Transformación que pretenden que ignoremos los datos duros y simples que surgen de hacer bien las cuentas.
El mejor ejemplo de esto es Maribel Aguilera Chairez, directora general de Talleres Gráficos de México (TGM), personaje que, aunque dice tener una maestría, no sabe hacer operaciones simples. Esto resulta preocupante, tomando en cuenta que la funcionaria adscrita a la Secretaría de Gobernación está acumulando contratos a nivel federal y estatal para la elaboración de documentación y materiales electorales diversos, que serán utilizados en las elecciones de junio próximo.
Vayamos por partes. De acuerdo con información dada a conocer por Sergio Rosas González, gerente de Impresión y Acabado de TGM, esta entidad ha impreso 177 millones de boletas en 24 días, es decir, una producción de 7 millones 375 mil boletas por día. Este año, para el proceso federal, que incluye la elección presidencial y la de las Cámaras de Diputados y de Senadores, Talleres Gráficos de México necesitaría un periodo de 40 días para cumplir con el trabajo de impresión de boletas electorales.
Para lograrlo, tendría que comenzar a imprimir, a más tardar el 15 de marzo, lo cual es improbable, toda vez que los registros de candidatos a diputados federales se cierran el 29 de febrero. Pero seguramente habrá cambios en los nombres, ya sea porque los candidatos no cumplen con los requisitos o porque tuvieron algún problema de salud o, han sido acosados por el crimen organizado para bajarlos de la contienda.
La sola elección federal representa en sí misma una serie de complicaciones. No conforme con esto, la titular de Talleres Gráficos de México quiere imprimir también las boletas, actas, listas nominales, etc. para los institutos electorales locales, los llamados OPLES, lo que podría ser un riesgo grande para todo el proceso.
Al momento de escribir estas líneas, la expriísta lleva firmados compromisos por un total de 420 millones de boletas, con lo que tiene en sus manos concentrado el 80 por ciento de la producción de la documentación electoral. Necesitaría 57 días para imprimir dicha cantidad con la capacidad instalada actual de Talleres Gráficos de México.
Maribel Aguilera Chairez declara constantemente que tiene la capacidad para hacerlo, pero sabe que miente ya que va a subrogar, vía Artículo 1º de la Ley de Adquisiciones, la impresión de las boletas a su grupo empresarial consentido propiedad de Juan Sebastián Estrada, dueño de Gráficas Corona JE; Ideeo 4.0, Ideeo lab, Grupo Fogart y One To One, para sacar adelante el trabajo.
El problema está en que en cuanto a la elección federal no podrán elaborar 143 millones de boletas, lo que significa, cuando menos, que tendría que subrogar o subcontratar esa parte, además las actas y las listas nominales, con lo que estaría violando las Políticas, Bases y Lineamientos en Materia de Adquisiciones (POBALINES) que, a la letra señalan: “Cuando TGM se obligue con sus clientes del Sector Público a entregar trabajos de impresión y no tenga la capacidad productiva disponible o instalada para atender todas las fases de producción, a fin de elaborar un proceso gráfico parcial o completo, podrá contratar con terceros para su realización, los servicios de maquila de Empresas de Apoyo, siempre y cuando contrate hasta un cuarenta y nueve por ciento (49%) del importe total de contrato celebrado con el ente público, de acuerdo con lo que establece el quinto párrafo del Artículo 1º de la LAASSP y el artículo 4º de su Reglamento, caso en el cual se considerará que TGM cuenta con la capacidad técnica y humana, para obligarse en el contrato”.
En este mismo supuesto están varios Institutos Estatales Electorales, como el caso de Tabasco, que hizo un contrato millonario por 35 millones 755 mil 484.66 pesos, más IVA para imprimir boletas y realizar material electoral. Otro caso que llama la atención es el de Guanajuato, que contrató con TGM material electoral, por un monto total de 51 millones 245 mil 402.36 pesos, sin tener la certeza de que la señora Aguilera Chairez cuente con las instalaciones y la capacidad para realizar ese trabajo.
Otro dato que llama poderosamente la atención, son los precios tan dispares que da TGM, toda vez que la misma urna para la elección de diputados locales, a Guanajuato se la da a $ 560.00, a Campeche en $ 648.98 y a Morelos a un costo de $ 1,221.20 pesos. Esta disparidad de precios contraviene el convenio marco con el INE en el que se marca que debe haber el mismo trato para los institutos estatales locales.
En estas circunstancias, la entidad responsable de fabricar más del 80 por ciento de las casillas e impresión de boletas, actas y listas nominales será Talleres Gráficos de México, que no cuenta con la capacidad ni experiencia y que, de acuerdo con estudios del propio Instituto Nacional Electoral (INE), es la empresa peor calificada como proveedor.
En este contexto, hay presidentes de algunos OPLES, como Yanko Durán Prieto, de Chihuahua, quien promueve, desde la presidencia de la Asociación de Presidentes de OPLES, a Talleres Gráficos de México como si fuera su empresa y no se inmuta ante la preocupación de sus compañeros por los incumplimientos que ya se están teniendo en algunas entidades, como Tamaulipas y Estado de México por ejemplo.
Por si lo anterior pareciera poca cosa, baste mencionar que TGM necesitará llevar a cabo un trabajo adicional que, por cierto, jamás ha realizado, pero que la ambición de la señora Maribel Aguilera Chairez la ha llevado a comprometerse a producir las siguientes cantidades de material electoral para la elección federal:
510,000 urnas
510,000 mamparas
510,000 crayones
340,000 tintas indelebles y
170,000 portafolios de seguridad
Todos estos números surgen a partir de hacer las cuentas de las 170 mil casillas que serán instaladas a nivel nacional, y tomando como base que en cada casilla habrá 3 urnas para la elección federal, es decir, para votar por presidente de la República, diputados y senadores.
A estas alturas, las cuentas alegres de la directora de Talleres Gráficos de México y su desbocada ambición, están poniendo en riesgo el proceso electoral 2024, el más grande y complejo de la historia del país. ¿Habrá quien la pare y le diga que sus cuentas no le saldrán bien?